AMA, NO LLORES

( Microrelato sobre el papel de la mujer en la sociedad tradicional roncalesa. Presentado por GAZTELU, Asociación de mujeres del Valle, con motivo del USKARAREN EGUNA 2018

Autora: MONTSE BAINES

VERSIÓN EN CASTELLANO

Ama, no llores!

No te derrumbes! Sal de la alcoba! Yo también estoy triste. Aita ha muerto, pero hay tantas cosas por hacer… Las vecinas han venido, querían ayudar. Han dado de comer a los animales. Han recogido berzas del huerto y han preparado nuestra cena. Han ordeñado a las vacas y recogido los huevos del gallinero. Han lavado nuestra ropa. La tía María me ha zurcido unos calcetines.Todas las cosas que hacías tú. Cuentan contigo para terminar los bordados que estabais haciendo. Y tenemos que hacer el matatxerri. .

Ama, no llores! No te derrumbes! Te necesito fuerte, como siempre. Sin ti no puedo.

SERENDIPIA

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Abrí hace tres días una ampolla de cristal de color ámbar que saqué de la balda de los cosméticos de mi cuarto de baño.

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BICHO

131935239Bicho innombrable, me has jodido la vida! Todo iba bien, hasta que la otra noche, estando yo en mi rincón favorito, al final del día, oí un ruido en el piso de arriba. El qué? Roer ! Lo sé, no tengo ninguna duda. No sé si es uno o viene con toda la familia, pero yo le oí. Se acabó la paz y el vivir en la higuera. Hay un bicho indeseable en esta casa y ya no puedo olvidarlo aunque no lo vea. Ahora, entro en casa haciendo mucho ruido, con la intención de que si está por ahí, se haga a un lado. Pienso en mi amiga, la amante de los animales. Porque, éste, asqueroso y  repelente, es un animal, no? Lo adoptaría ella de mascota?

Cualquier intervención razonable, dígase cepo de pinza, queda fuera de mi alcance. Sería comprometerme con el bicho a que me ocupo de su cadáver cuando muera. Nooo, no, no!!!. Tengo que buscar una alternativa. Voy a probar a ver si tocando «sweet jane» a la guitarra con el ampli malo, no con el bueno, consigo la distorsión suficiente para que a este bicho le duelan los oídos tanto que abandone mi casa, ya!!

Al paso que voy con la guitarra, no lo haré mal, lo de distorsionar digo. Otra cosa es que funcione.

Lo siento, amiga, si quieres vienes y te lo llevas, pero llama fuerte al timbre, que tendré la casa revolucionada de decibelios!!

DE PRINCESAS Y TRINOS

La princesa tiene un amor. Llegó una primavera a su terraza. Un pájaro bellísimo de colores vibrantes y trino cautivador. No es de ninguna clase. No tiene nombre. Es único y hermoso como sólo puede ser lo que no existe. Es un ave libre. Canta en su terraza frecuentemente, a veces a diario. Incluso a veces, ella le oye cantar y no está. Siempre vuelve, porque ella nunca ha tenido la tentación de enjaularlo. Nunca traspasa la ventana de su alcoba, posado sobre la balaustrada de la terraza. La princesa es feliz. El habla en su lenguaje de trinos y ella en el suyo de palabras, pero los dos entienden perfectamente el mensaje que se dan. Como es libre, va y viene cuando quiere. Le relata sus vuelos y los sitios por donde pasa. En su última visita, le ha contado que ha conocido a otra princesa, bella y graciosa, que habita en un castillo lejano de otro reino y a cuya alcoba suele ir a cantar.

La princesa ha entrado en pánico.

Ha perdido la paz.

Se ha olvidado de ponerse la corona.

Se ha olvidado de comer.

Y si no vuelve?

Y si se queda para siempre a cantarle a esa princesa?

Pero el ave ha vuelto a su terraza una larga tarde para decirle que él seguirá viniendo, que nada cambiará, y tantas veces se lo ha dicho que la princesa finalmente ha perdido el miedo a perderlo. Aun así, está confundida. Se pregunta por qué el pájaro nunca entra en su alcoba y sí en la de esa princesa. No tiene miedo de que le enjaulen? Será más hermoso el castillo? Más bella la princesa?

Ahora, la princesa, prepara a su hermoso caballo blanco y, sin corona y en pantalones, como princesa rebelde que es, sale al galope de su castillo, cada día, atravesando prados y cruzando bosques, remontando ríos y subiendo montañas, y recorre todo su reino, intentando descubrir algo especial, algo mágico que le provoque una emoción a la altura de lo que siente por esa ave, por si un día, alguna princesa de otro reino le enjaulara y ya no viniera a visitarle.

PARA SEGUIR PINTANDO

 Escribiré una carta a los pájaros. Ellos la leerán, porque ni la esperan, ni la temen.
Les pediré que me den altura, que me dejen volar con ellos y ver las cosas desde otra perspectiva.
Después, escribiré a los peces. Ellos me leerán porque ni me esperan ni me temen. Les pediré que me dejen nadar con ellos para aprender de su corta memoria y así conseguir el olvido que ahoga las culpas.
Después, escribiré al oso que habita en mis montes y se me aparece en sueños. El me leerá, porque ni me espera, ni me teme. Le pediré que me dé fuerza. Que me enseñe a andar por el mundo con su paso rotundo y escogiendo bien los caminos.
Y si los tres me atienden, escribiré a mi hermana y amiga, que tanta paz me da en medio de tanto ruido. Ella me leerá porque me espera y me teme. Y le contaré , que tengo nuevos colores para el cuadro con el que estaba atascada. Que sigo pintando. Que todo fluye. Y le daré las gracias por leer siempre mis cartas.

Capítulo 1 de una novela no escrita

Estar sólo se había convertido en una necesidad. Así que agradeció la marcha de Rocky y durante  horas  su cerebro deambuló de un pensamiento a otro, mientras su cuerpo lo hacía por la casa, anclado aún al eco de las recientes conversaciones y a los intensos momentos de los últimos días. Necesitaba ya desconectarse de Rocky y volver a conectarse consigo mismo. Sabía que era cuestión de tiempo, que un día más y se levantaría ya descontaminado y libre. Pero por ahora, aún no era así. Recolocar las emociones y los sentimientos era la tarea que le quedaba siempre tras la visita de varios días de algún amigo. Una resaca emocional que había que pasar. Sentía una sensación de vacío y saciedad a la vez. Era normal? Se sentía sin energía, como si Rocky se la hubiera robado y sentía sobre todo que había perdido la estabilidad que tenía la semana anterior. Lejos de pensar en las razones e investigar en sus emociones, sólo quería distraerse con algo íntimo y suyo que no estuviera contaminado. Pero, qué le quedaba limpio de aromas o ecos ajenos?

Además estaban todos los asuntos de los que no se había ocupado en la semana anterior y tenía que resolver. Se sentía incapaz de abordarlos y decidió que lo haría por la mañana, cuando se sintiera mejor.

Le asaltó un pensamiento sobre su trabajo y sintió una punzada de angustia en el estómago. Se dio cuenta de que iba a tomar una decisión trascendental, sin haberlo previsto, sin que nada lo indicara una semana antes. Y sintió a su pesar, que estaba tomando esa decisión, desde su malestar y su bajo estado anímico. Empezó a imaginar cómo iba a ser su vida, tras hacer lo que estaba pensando hacer. Pero le dolía la cabeza, así que se tumbó en el sofá, encendió la tele para que le impidiera entrar en un estado de pensamiento lúcido y se dejó adormecer.

Hacía diez años que  se había separado. Su hija Sara, de diecisiete años  vivía con su expareja, no lejos de él, en la casa que ellos habían comprado cuando eran jóvenes y comenzaban a vivir juntos. Años más tarde, al separarse, Noelia se quedó con la casa, pagándole a él la mitad de su valor, de mutuo acuerdo y sin disputas legales.

El, había alquilado entonces, una vieja casa, un poco apartada del resto,, que contaba además con un pequeño terreno, al que podía acceder desde la cocina. La casa tenía en la planta baja, además de la cocina y un salón, un cuarto de baño y una estancia grande, que llamaba el taller. En la planta de arriba, había dos grandes habitaciones y dos más pequeñas, además de un cuarto de baño antiguo. Era luminosa y fría también. No contaba con calefacción

El estrés del abeto

Todo empezó con un apagón, una noche del pasado invierno. Era domingo. Yo estaba en el Bar, con seis clientes que serían los últimos del día. Y entonces, a las seis y media, se fue la luz. El Bar quedó oscuro porque ya a esta hora comenzaba a anochecer. Subí a casa a por unas velas de té y lo llené todo de pequeñas luces, que apenas iluminaban nada, pero daban a la calle muestras de haber vida.

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Esperanza

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Y lloverá, te juro que lloverá y la lluvia se lo llevará todo.

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Un día cuesta arriba

flat1000x1000075f-1-976x6301-976x630Comienzo la mañana, con el sonido de la alarma de la estufa de pellets, que a intervalos de dos segundos me anuncia que algo va mal.Debí limpiarle las cenizas ayer. La apago para que se enfríe y poder limpiarla. Sigue leyendo

Desamor

ddd2a68bf302556f941cf58bb55f0b36Andaban perdidos los dos cuando se encontraron. Qué más da lo que cada uno llevara en su mochila, los dos perdidos. El dijo que este encuentro  para él era importante. Le dijo que de todos, éste era el más profundo. En alegre charla fueron pasando hitos del camino. Sigue leyendo

Rojo en el armario

images-4Hoy he encontrado que  tenía el armario revuelto y los calcetines desemparejados. No he sabido en qué momento se había alborotado todo. Me sentía incapaz  de poner orden. Me ha entrado la parálisis. Sigue leyendo

Bochorno

ebb6f58718d1c4b69e23e678b38a6711Tenían una tienda de artículos de regalo y todos los años acudían a una  feria del sector en Madrid. En aquella ocasión, a ambos les llamó la atención uno de los stands y contactaron con el agente comercial, que les rellenó una ficha de cliente y una orden de pedido. Al terminar, el vendedor alargó su mano  para despedirse. Ellos también, pero desacompasados, como cuando bailando en pareja se pierde el ritmo y hasta que uno no hace un cambio de pie, no fluye el baile. Sigue leyendo

A un amigo

Atrapadas en el pozo de la emoción, a veces mis palabras se vuelven impuntuales y al fin, las dejo escritas, sin pronunciarlas.

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Cincuenta minutos

Tiene setenta y tantos. Sentado, con un vino y mientras ojea el periódico, tararea a los Black Crowes,  Lucinda Williams, Van Morrison y cualquier cosa que suene…Estoy segura de que  no los conoce, pero los tararea y sigue el ritmo de la música golpeando con el brazo estirado sobre la mesa.

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Intenciones

Necesitaré los árboles , los senderos, el horizonte y el aroma de los pinos . Necesitaré la exquisita charla del  silencio que acompaña mis paseos.  Sigue leyendo

Come back

Eddie Vedder canta una noche de verano en una plaza italiana. Yo no estoy allí y sé que tú estás más lejos. En las alas de su canción he volado a Cabo Norte. “Por favor, di que si no te hubieras ido ahora, no te hubiera perdido de ninguna otra manera.” Eddie Vedder canta…..y en el confín del mundo, a la hora azul , extiendo los brazos, al borde del precipicio, sólo para que lo oigas. Eddie Vedder canta…..y el mundo, esta noche dorada, es demasiado enorme para encontrarse.

“Come back! ……Come back! ”

Algún final feliz

Sus desolladas manos languidecieron en sus caderas. Sus hombros comenzaron a temblar. La boca se le contrajo en desgarrados sollozos y  de sus ojos comenzó a manar toda el agua que inundaba su corazón. Sigue leyendo

Lo que te salvaría

No te pido palabras, no las necesito. Lo que me importa de verdad,
lo que te salvaría, es que en medio de esta fiesta,  Sigue leyendo

Altos vuelos

Hasta hoy, y salvo las escasas veces que he montado en uno, lo único que me interesaba de los aviones eran los trazados y dibujos que sus huellas blancas dejan en el cielo.

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Deporte

Te conozco desde hace unos días, y es todo lo que necesito para quererte tres meses más. Luego, podemos renovar el deseo, alargar el misterio o decirnos adiós,

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Flechazo

Conocí a un escritor y a través de este medio me llega mucha información sobre él. Se sentirá aludido si lee esto, pero le voy a utilizar como excusa para hablar de un hartazgo que tengo. Este escritor, que utiliza la estética de un videoclip para anunciar sus libros y publica fotos de su persona desde todos los ángulos que se puede fotografiar un cuerpo, me ha hecho preguntarme si es un escritor o un maniquí de una revista de estilo. Finalmente, ha conseguido que mi interés inicial haya cambiado a desinterés, vamos, que sigo sin leerle. Tanta autopromoción , más que de su obra, de su persona, me provoca un extraño efecto de alejamiento.

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Ladrillos

Quedan las palabras, cuando no queda nada, cuando los pájaros se van, o cuando llegan a balcones que no son los tuyos, cuando la música se aleja, en un pasacalles, a otra calle, cuando tus manos se vacían de otras manos, cuando te alcanza una flecha que un arquero que se fue, disparó hace tiempo. Sigue leyendo

El sendero

Ahora, todos los días son largos. A veces, me quedo allí, inmóvil, junto a la ventana, calculando qué distancia me separa de ese sendero que veo enfrente y que a salvo de casas y personas se dibuja entre los arbustos primero, entre los árboles después, para luego hacerse pendiente y volverse infinito, porque si lo cogiera podría dar la vuelta al mundo sin retroceder en ningún momento. Sigue leyendo

Rastro de un amor

 Un tatuaje en el brazo y menos pelo. Le ve salir de la habitación del hotel con una maleta. Años sin saber nada de él. Con el corazón desbocado, se queda inmóvil hasta que el ascensor se va. Entonces, ansiosa, abre la 205. Sigue leyendo

Que nieve,que llueva, que fluya!

En este rincón del mundo, tenemos un tesoro que  es el clima. Cuatro estaciones de verdad. A veces se montan unas en otras, o se cuela una en el espacio de la de al lado, pero básicamente fluyen una tras otra a lo largo del año. Sigue leyendo

Cultivando palabras

Tengo miedo de quedarme sin palabras. Desde que las saqué del cajón y las observo, a veces me parecen muchas, a veces escasas, para tanto recorrido. Y aunque declaro en el título de mi blog que “quedan las palabras”, me da miedo que con el uso se  desgasten y se me acaben. Sigue leyendo

Que la pesadilla te acompañe

A ti, dirigente, gobernante, directivo que decides nuestros destinos, te deseo que tengas una pesadilla recurrente. Que cada noche cuando caigas dormido, ésta sea tu pesadilla: Sigue leyendo

Señales

Despiertas. Estabas soñando con una persona a la que te gustaría volver a ver y a la que perdiste la pista. Te levantas y te clavas algo en el pie. Es un botón. Lo miras. Es de un abrigo que tienes olvidado en el armario. Sigue leyendo

Tu camino

 flat800x800070f1Tú recorrerás tu camino con quien quieras o con quien puedas… y yo también, pero de vez en cuando, yo cerraré los ojos para ver los tuyos y como Benedetti, Sigue leyendo

Diagnóstico

Te adoré y no es una declaración de amor presente ni pasado. Es….un diagnóstico.
Diciembre 2014


DIAGNOSTICO –
(c) –
Montse Baines Pilart

Sueño

Maletas para el futuro, recuerdos, utensilios útiles y objetos inútiles, montañas de papeles, restos, ruinas y basura reciente. Tediosa mudanza a lo desconocido. Sigue leyendo

Cosas que aprendí en un sofá

 Me costó una fortuna propia y ajena, sentarme en aquel sofá de cuero blanco. Recuerdo que siempre era yo la que se sentaba primero, después entraba ella y se sentaba en otro sofá en ángulo recto con el que ocupaba yo. Sigue leyendo

Reivindico la estética

Detesto la fealdad, no la de los cuerpos, ni las caras, qué fácil…, detesto la fealdad en las actitudes, las formas, el comportamiento, las palabras, por maldad, por mezquindad, por codicia, por cobardía, y la fealdad por desidia… imperdonable!! Sigue leyendo

Doscientos kilómetros con los Rolling Stones

Viaje relámpago a Pamplona, llegar, entregar unos papeles y volver. Yo estaba más para tomarme una tacita de mate con Silvio Rodriguez, que un trago de bourbon con Mick Jagger a la nueve de la mañana, pero cuando cojo el coche Mick está dentro y empieza con su discurso, el de siempre, que si no puede estar satisfecho, que si no sé qué…

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El aguafiestas

 ¿Cómo se reconoce a un aguafiestas?
Lo mejor es dar una fiesta para desenmascararlo. Me he dado una fiesta de alegría, risas, sol y buenas amistades, y ahí, en medio de la fiesta, ha aparecido. Sigue leyendo

El cuento de la vaca

 Este cuento impactante me ha hecho pensar…. Hay otras versiones pero casi todas se ajustan a ésta. y es que…
A VECES HAY QUE TIRAR LA VACA POR EL BARRANCO
Hace muchos años, un estudiante norteamericano con muchos deseos de aprender decidió ir a un monasterio en el Tibet en el que le iban a enseñar los secretos para vivir una vida próspera y feliz Sigue leyendo

La silla de enfrente

En la silla de enfrente, en el asiento de al lado, arriba y abajo, adentro y afuera, en las notas de mil canciones, en el eco de las palabras que flota en el aire, huellas invisibles del paso de un cometa, planetas que alejan sus órbitas.

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Un aroma

 Hay un aroma que se ha desvanecido en mi jardín. Lo he buscado por todas partes, entre las caléndulas, entre las rosas,los geranios, las buganvillas….. y no lo encuentro. Sigue leyendo

Futuro

No me voy, ya me fui, mi cabeza ya no está aquí. Mis ilusiones y mis deseos se fueron primero para abrirme el camino. Yo me quedé cerrando la puerta Sigue leyendo

Elizondo

amandaPues sí, recibí golpes que fuertes o no, me derribaron y me caí y estuve abajo, en un sitio donde sólo te acompaña el dolor y de donde sólo te saca el tiempo…..y ha pasado el tiempo y más cosas y más personas que me han hecho más fuerte y hace unos días, un precioso día de otoño, con la brisa y un tibio sol dándome en la cara, paseando por la calle Santiago de Elizondo,

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El mago

Su mirada curiosa seduce cuando te encuentra y se asoma en ella un alma que no se rinde nunca, que encuentra el paraíso en medio de la tierra arrasada y el oasis cuando atraviesa un desierto, un alma antigua que está de paso, camino de su destino. Camina con tozudos pasos hacia adelante sin detenerse. Brotan flores en los surcos que dejan sus zapatos y los árboles se estiran al sentir su presencia y las piedras cuentan historias por donde pasa. Sigue leyendo

Izaro

4dae7b510f42665cf68a920392ffbe44-1Tenía tres años, más o menos, mi sobrina Izaro. Venta de Juan Pito, un soleado día de invierno. Fuimos de comida familiar, y después de comer, toda la tropa de hermanos, cuñadas, hijos y sobrinos, salimos afuera a disfrutar de la nieve y el sol. Me senté en un columpio y mi sobrina en el otro a mi izquierda. Ella empezó a cantar una canción que entonces estaba de moda…“tenía taanto que daarte, tantas cosas que contaarte, tenía tanto amooor….guardado para tíiiii…” Sigue leyendo