Mi nombre es Montse Baines. Vivo en un rincón del Pirineo y soy una amante de las palabras.
Mi primer recuerdo de la vida escolar y uno de los primeros de mi vida, tiene que ver con las palabras. Yo todavía no tenía edad para ir a la Escuela, pero la maestra fue flexible y me admitió porque mi hermana ya iba a parvulitos y así estábamos juntas. La maestra escribió algo en la pizarra y pidió a los mayores que lo leyeran. Ninguno supo hacerlo y entonces yo lo leí en voz alta. No recuerdo qué palabra era, pero el mérito fue el mismo que si hubiera leído un párrafo del Quijote, porque se suponía que no tenía edad para ir a la Escuela, ni para saber leer. Mi hermana me había enseñado en casa las letras y a juntarlas. Las palabras de admiración de la maestra fueron la semilla de mi exitosa vida escolar porque alentaron mi autoestima. La prueba es que lo tengo grabado como mi recuerdo orgulloso más antiguo. Las palabras tienen un poder inmenso… alientan, emocionan, condenan o defienden y dan esperanza…Todo está en las palabras y lo que no tiene una palabra que lo nombre, no existe.
Animada por mis amigos me he decidido a hacer este blog para poder publicar aquí mis textos, mis historias… palabras que ponen nombre a mi existencia.
Me ilusiona mucho como reto personal y espero que a alguien pueda arrancarle una sonrisa o tocarle el corazón.