Viaje relámpago a Pamplona, llegar, entregar unos papeles y volver. Yo estaba más para tomarme una tacita de mate con Silvio Rodriguez, que un trago de bourbon con Mick Jagger a la nueve de la mañana, pero cuando cojo el coche Mick está dentro y empieza con su discurso, el de siempre, que si no puede estar satisfecho, que si no sé qué…

Yo, con las cejas levantadas mirando la carretera, pero qué le falta a este tío para estar satisfecho…. pensando en dejarlo en la estación de autobuses al llegar, por quejica, pero Mick, que tiene tablas y sabe cómo cambiar los estados de ánimo, cambia de discurso y casi sin darme cuenta me veo metida en su conversación y empiezo a sentirme bien. De repente, Sheryl Crown que se había sentado en el asiento de atrás y yo no me había dado cuenta, se pone a cantar a dúo con él “Honky tonk women” y empiezo a tener problemas para mantener las manos en el volante, después Mick me habla de Angie y yo, que tengo mucha facilidad para empatizar, me pongo a cantar a voz en grito haciéndole los coros.“ I still love you baby..…” después llega Lisa (corista de los Rolling) y aunque no puedo ni pretender compararme, se me oye más que a ella.
No sé en qué momento al técnico de sonido se le va la olla con los decibelios y tengo que poner medio cerebro a trabajar extra en la conducción. Miro por el espejo al calavera de Keith que va en mi asiento trasero medio tumbado abrazado a su guitarra y es que a mí este tío me cae bien desde que pude contarle las arrugas en el Aqualung hace años. Intento sincronizar sus riffs al ritmo de mis pies en los pedales. Tengo que abrir las ventanillas porque dentro hay tanta energía que temo que se me desguace el coche….ufff ! Pamplona, descanso de diez minutos, entrega de papeles y viaje de vuelta con toda la banda.
Cuando llego de vuelta al pueblo y aparco el coche, apago el motor, un poco sorda, un poco afónica, pero, uff… qué subidón!!
A Silvio mejor le llamo para quedar otro día, que hoy no estoy para matecitos….jaja

DOSCIENTOS KILOMETROS CON LOS ROLLING STONES –
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Montse Baines Pilart